Saltar al contenido

Hablamos de los fraudes en el mundo de la construcción con Castellarnau Abogados

Su socio director, Eloi Castellarnau, nos explica qué hacer ante fraudes, demoras y sobrecostes

Con Eloi Castellarnau, socio director de Castellarnau Penalistas (teléfono 933436976), hemos hablado sobre uno de los temas sobre el que más nos consultan nuestros oyentes: las estafas en el mundo de la construcción.

Pregunta: ¿Quién no conoce a alguien, ya sea en su casa, en su empresa, que ha hecho una obra y pues esta obra se ha demorado, se ha quedado a medias, no se ha terminado de forma adecuada…? Son situaciones que en derecho se dan mucho, ¿verdad?

Respuesta: Se dan mucho y, además, desgraciadamente creo que somos un país en el que se acostumbra a tener este tipo de problemáticas y, de hecho, últimamente en el despacho hemos notado un aumento de este tipo de asuntos derivados de la mala no digo gestión quizás a la hora de contratar a los profesionales, pero sí que es verdad que el mundo de la construcción es un sector económico donde se prestan a no solo incumplimientos o estrictamente incumplimientos contractuales de por ejemplo no terminar la ejecución de una obra en un plazo determinado que se había previsto, sino a otras conductas y a entradas en el derecho penal como las apropiaciones indebidas a veces incluso las tafas, es decir, gente que se ha quedado sin casa, sin dinero, sin el material, etcétera.

Pregunta: La pregunta sería ¿en qué momento un retraso, un incremento de costes, se puede considerar una estafa?

Respuesta: Inicialmente, todo lo que lleve a un mero incumplimiento contractual estaríamos dentro de la vía civil y por lo tanto sería susceptible de ser reclamado, pero exclusivamente desde el ámbito civil. ¿Cuándo podemos empezar a sospechar que ha habido algún tipo de conducta irregular? Pues por ejemplo cuando el presupuesto para la ejecución de la construcción de una casa, pongamos la ejecución de un contrato eran 300.000 euros, llevamos pagados 400.000 y el constructor nos pide todavía más dinero para acabar de terminar la obra porque han habido una serie de desvíos. Hombre, allí todos podemos ser conscientes de que una obra que hemos presupuestado en 300.000 euros haya 5.000, 10.000 euros de desvío de alguna partida que no se había contemplado inicialmente, pero claro pero cuando ya las cantidades superan el 20 el 30 al 40 por ciento de lo que es la cantidad que se ha contratado ya tenemos que empezar a sospechar. Tenemos que empezar a sospechar también cuando veamos que hay un retraso injustificado en la ejecución de la obra porque entonces querrá decir probablemente que el dinero que nosotros le hemos entregado al constructor se está utilizando a lo mejor para, que es un hecho muy común, que es coger el dinero de una obra para acabar otra porque la otra todavía necesitaba el dinero y ahí es donde se empiezan las bolas que al final se van perpetuando y haciendo prácticamente inasumibles para el constructor, para el ejecutor de la obra o para quien tenga un poco el mando. Podemos también sospechar cuando, y hay casos ya más flagrantes, cuando directamente los profesionales desaparecen, cuando el aparejador o el arquitecto o el constructor dejan de coger el teléfono, podemos también sospechar ahora me vienen a la mente casos que tenemos recientemente que por ejemplo el presupuesto se hizo con una empresa pero me empiezan a facturar a través de otra empresa.

¡Dale al play para escuchar la entrevista completa!

Visita cope.es